ARTES MARCIALES

¿Por qué las mujeres tienen miedo de practicar artes marciales?

Para cualquier seguidor de las artes marciales, es evidente que el número de mujeres practicantes de estas disciplinas es mucho menor que el de hombres. Esto puede explicarse por varias razones pero entre estas, resalta cierto temor a esta práctica. 

¿Es justificado el temor de algunas mujeres por practicar artes marciales? ¿A qué se debe este temor? ¿Existe alguna manera de superar el temor y aprovechar todas las ventajas que ofrece este tipo de entrenamiento?

Hay que aclarar que no todas las mujeres experimentan similares temores ante el aprendizaje de artes marciales, pero por lo regular las principales razones son: 

Temor a golpes de hombres

Si bien una de las más importantes ventajas de este aprendizaje es poder defenderse del ataque de cualquier acosador o asaltante en la calle, por una reacción de impulso nervioso, cualquier mujer puede sentir temor de estar en un dojo, frente a frente, ante un hombre contra quien deberá luchar de tú a tú. 

Ojo, existen mujeres con un nivel avanzado que pueden derrotar a prácticamente cualquier hombre que se inicie en las artes marciales, pero para las aprendices esta confianza normalmente necesita construirse, gradualmente. 

Parálisis por recuerdos de traumas vividos

Es, lamentablemente, una de las causas más comunes. Muchas mujeres aprenden artes marciales por haber sido maltratadas, quieren aprender a defenderse ya que esto les dará más confianza y posibilidades reales de golpear a algún agresor, pero al mismo tiempo, los recuerdos de alguna agresión sufrida le generará temor de aprender o empezar a practicar, incluso colocarse en una posición de combate ante un hombre, puede ser algo traumático. 

Esta paradoja, afortunadamente, se soluciona con el tiempo y con el acompañamiento de un buen instructor y compañeras. 

Cortaduras, raspones o hinchazón en el rostro

Es normal que la mayoría de las mujeres desean verse bien, esto no por imposición de modelos de belleza a nivel mediático, es algo natural en cualquier persona que se refuerza en las mujeres. En algunos combates, una mujer puede terminar con raspones en el rostro, hinchazón en los pómulos y otras consecuencias físicas de un combate, incluso en una práctica. 

En otros casos, no es temor por su imagen sino por las exigencias de algunos trabajos, donde ir con raspones o roturas por entrenar artes marciales podría darles problemas con sus supervisores, esto no es lo ideal pero es real y forma parte de los temores que muchas mujeres sienten por practicar artes marciales. 

Lesiones o accidentes

Este temor está presente incluso en practicantes avanzados. En un combate las cosas se pueden descontrolar y con una técnica, terminar con fractura de muñecas, tobillos, dedos, incluso por resbalarse podría ocurrir. Este tipo de temor es mayor cuanto más avanzada es la edad de la mujer. 

La recomendación en este caso, es acompañar la práctica de artes marciales con una preparación física integral, así como trabajar en el avance gradual, sin introducir técnicas muy peligrosas en la rutina de entrenamiento, hasta tanto no se tenga una condición física que minimice los riesgos de lesiones. 

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